Malditos vecinos

From Los Gavilanes

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	:en una modesta queli.		:en una modesta queli.
	:A mi aire subía y bajaba		:A mi aire subía y bajaba
-	:y nada a mi me alteraba	+	:y nada a mí me alteraba
	:en mi oscuro portalito.		:en mi oscuro portalito.
-	:Pletorico yo de la vida	+	:Pletórico yo de la vida,
-	:entusiasta y zarranplin.	+	:entusiasta y zarramplín.
-	:Ni por asomo soñe	+	:Ni por asomo soñé
	:que me pasara a mi esto,		:que me pasara a mi esto,
	:pero no por no asomarme		:pero no por no asomarme
-	:dejo a mi de pasarme.	+	:dejó a mí de pasarme.
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		+	-''¡Ay, qué cochina vida!''<br />
		+	-''Y cuanta razón le asiste, compadre, ni la miseria que tienen de apuertas pa dentro les basta, de puro zopilotes que son, que tienen que echar el pico ajuera pa urgar en la vida de los demás, metiches de la chingada. Pero cuénteme compadre, siga contando''.
	:Una tarde en el rellano,		:Una tarde en el rellano,
	:mi vecina me gritó.		:mi vecina me gritó.
-	:Su marido ya a empujarme,	+	:Su marido ya a empujarme.
-	:la madera apareció,	+	:La madera apareció.
-	:que soy un borracho,	+	:Que soy un borracho,
	:estruendoso y peleón,		:estruendoso y peleón,
-	:les dijeron	+	:les dijeron,
-	:y una mano de ostias	+	:y una mano de hostias
	:allí mismo me dieron.		:allí mismo me dieron.
-	:Ay! Ay! Ay! Que dolor!	+	:¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Qué dolor!
	:Todas las noches		:Todas las noches
	:canto esta triste canción.		:canto esta triste canción.
-	:Ay! Ay! Ay! Que dolor!	+	:¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Qué dolor!
-	:Las ostias ya me las dieron,	+	:Las hostias ya me las dieron,
-	:pero tu no duermes cabrón.	+	:pero tú no duermes, cabrón.
	:Malditos vecinos.		:Malditos vecinos.
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	1993 J. Oria		1993 J. Oria

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Current revision as of 12:48, 22 December 2008

Yo vivía muy tranquilito

en una modesta queli.

A mi aire subía y bajaba

y nada a mí me alteraba

en mi oscuro portalito.

Pletórico yo de la vida,

entusiasta y zarramplín.

Ni por asomo soñé

que me pasara a mi esto,

pero no por no asomarme

dejó a mí de pasarme.

-¡Ay, qué cochina vida!
-Y cuanta razón le asiste, compadre, ni la miseria que tienen de apuertas pa dentro les basta, de puro zopilotes que son, que tienen que echar el pico ajuera pa urgar en la vida de los demás, metiches de la chingada. Pero cuénteme compadre, siga contando.

Una tarde en el rellano,

mi vecina me gritó.

Su marido ya a empujarme.

La madera apareció.

Que soy un borracho,

estruendoso y peleón,

les dijeron,

y una mano de hostias

allí mismo me dieron.

¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Qué dolor!

Todas las noches

canto esta triste canción.

¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Qué dolor!

Las hostias ya me las dieron,

pero tú no duermes, cabrón.

Malditos vecinos.

1993 J. Oria